Breve Biografia.
A la edad de diez años descubrí en la biblioteca de mi padre un viejo libro de los años treinta. Una de las primeras traducciones al castellano de los clásicos de la magia. A partir de entonces comencé a estar fascinado por el tema. Devoré esta primera lectura mágica con la avidez propia de mi edad, sin darme cuenta que debido al tecnicismo propio de este arte no iba a entender prácticamente nada excepto quizás las ilustraciones que acompañaban al texto, que aunque escasas eran muy explícitas.
Algunos años después, y ávido de conocimientos, comencé a engrosar mi ahora considerable biblioteca sobre el tema. Empezando por pequeños manuscritos hasta llegar a las grandes obras que hoy poseo.
Sin embargo notaba que me faltaba algo, pues aún en posesión de algunos de los secretos de este arte, me veía como un curioso más. Mi ambición era llegar más lejos, mostrar lo que había aprendido y así, hacer partícipes a otros de las alegrías que me habían aportado los conocimientos dentro de este mundo.
A la edad de veintidós años tomé contacto con un grupo de amigos y profesionales aficionados a este arte, ellos se denominaban así mismos “Tertulias Mágicas Canarias de Las Palmas”. Fue así como conocí al que fue mi maestro y amigo durante diez años Ulf Lind, tristemente desaparecido. Él, me abrió un mundo nuevo y amplió mis horizontes, presentándome a magos e ilusionistas de otros países. Comencé a asistir a congresos y reuniones mágicas en sitios tan diversos como; Suiza, Inglaterra, Alemania y por supuesto en nuestra geografía. Así fui adquiriendo y ampliando mis conocimientos a la par que, debutaba con mi primer show, orientado tanto para niños como para adultos. No obstante, al mismo tiempo que realizaba estos espectáculos me iba dando cuenta de que la magia debía de ser algo más que simples trucos. En la era de la t.v., el láser y los efectos especiales, sentí que debía comunicar algo más con el arte que profeso.
Decidí entonces, ponerme al día en cuanto a teatro, coreografía y puesta en escena, música, etc.; que hiciera falta para intentar crear con cada uno de mis números, como una pequeña obra, con sus altibajos y cambios de ritmo, su comicidad y su drama, pero, además las adorno con pinceladas mágicas. Esta ha sido y sigue siendo mi línea de trabajo.
La magia como arte, tiene muchas ramas, y una de las facetas que más venero, tras la “Magia General”, es “La Evasión”. Intento desde el principio de mi carrera, compaginar magia y escapismo. Siempre estuve fascinado por las fugas imposibles. Tanto es así, que actualmente, realizo tres de estas fugas de las cuales dos son totalmente originales. Siempre me preguntan si los peligros de estos escapes son tan reales, como los materiales que utilizo en ellos, y yo siempre contesto “incluso más”. No me gustaría que el público pensara, y esto quiero dejarlo muy claro, que tenemos poderes sobrenaturales, o que estamos locos, o que somos simplemente unos charlatanes. Nuestro arte exige tanta preparación y concentración como la de un bailarín. Sólo somos artistas que lo único que deseamos es que la audiencia disfrute y se divierta con nuestro trabajo. Ese es mi más profundo deseo. Para mí, el arte de la “Magia”, en todas sus formas, es un modo de expresar y comunicar sentimientos.
Alguien nos definió una vez como creadores de sueños imposibles, y a mí me encanta que el público me vea así. Yo suelo decir que “nosotros, los ilusionistas, convertimos lo imposible en posible durante al menos un ratito”.
Algunos años después, y ávido de conocimientos, comencé a engrosar mi ahora considerable biblioteca sobre el tema. Empezando por pequeños manuscritos hasta llegar a las grandes obras que hoy poseo.
Sin embargo notaba que me faltaba algo, pues aún en posesión de algunos de los secretos de este arte, me veía como un curioso más. Mi ambición era llegar más lejos, mostrar lo que había aprendido y así, hacer partícipes a otros de las alegrías que me habían aportado los conocimientos dentro de este mundo.
A la edad de veintidós años tomé contacto con un grupo de amigos y profesionales aficionados a este arte, ellos se denominaban así mismos “Tertulias Mágicas Canarias de Las Palmas”. Fue así como conocí al que fue mi maestro y amigo durante diez años Ulf Lind, tristemente desaparecido. Él, me abrió un mundo nuevo y amplió mis horizontes, presentándome a magos e ilusionistas de otros países. Comencé a asistir a congresos y reuniones mágicas en sitios tan diversos como; Suiza, Inglaterra, Alemania y por supuesto en nuestra geografía. Así fui adquiriendo y ampliando mis conocimientos a la par que, debutaba con mi primer show, orientado tanto para niños como para adultos. No obstante, al mismo tiempo que realizaba estos espectáculos me iba dando cuenta de que la magia debía de ser algo más que simples trucos. En la era de la t.v., el láser y los efectos especiales, sentí que debía comunicar algo más con el arte que profeso.
Decidí entonces, ponerme al día en cuanto a teatro, coreografía y puesta en escena, música, etc.; que hiciera falta para intentar crear con cada uno de mis números, como una pequeña obra, con sus altibajos y cambios de ritmo, su comicidad y su drama, pero, además las adorno con pinceladas mágicas. Esta ha sido y sigue siendo mi línea de trabajo.
La magia como arte, tiene muchas ramas, y una de las facetas que más venero, tras la “Magia General”, es “La Evasión”. Intento desde el principio de mi carrera, compaginar magia y escapismo. Siempre estuve fascinado por las fugas imposibles. Tanto es así, que actualmente, realizo tres de estas fugas de las cuales dos son totalmente originales. Siempre me preguntan si los peligros de estos escapes son tan reales, como los materiales que utilizo en ellos, y yo siempre contesto “incluso más”. No me gustaría que el público pensara, y esto quiero dejarlo muy claro, que tenemos poderes sobrenaturales, o que estamos locos, o que somos simplemente unos charlatanes. Nuestro arte exige tanta preparación y concentración como la de un bailarín. Sólo somos artistas que lo único que deseamos es que la audiencia disfrute y se divierta con nuestro trabajo. Ese es mi más profundo deseo. Para mí, el arte de la “Magia”, en todas sus formas, es un modo de expresar y comunicar sentimientos.
Alguien nos definió una vez como creadores de sueños imposibles, y a mí me encanta que el público me vea así. Yo suelo decir que “nosotros, los ilusionistas, convertimos lo imposible en posible durante al menos un ratito”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario